¿Qué se considera incapacidad permanente en España?
La incapacidad permanente se trata del reconocimiento oficial de que una persona no puede desempeñar su profesión habitual —o, en los casos más graves, cualquier actividad laboral— debido a las secuelas físicas o psicológicas que presenta.
Especialmente en el contexto de los accidentes de tráfico, la incapacidad permanente cobra especial relevancia, ya que las lesiones derivadas de un siniestro pueden dejar consecuencias irreversibles que limiten total o parcialmente la capacidad de una persona para trabajar.
En este artículo de AELD te lo contamos todo acerca de la incapacidad permanente.
Definición de incapacidad permanente
Como decimos, la incapacidad permanente es una situación legal reconocida por el sistema de Seguridad Social que se produce cuando una persona, tras haber recibido el tratamiento médico adecuado, ve reducida o anulada su capacidad laboral de forma definitiva.
Esta situación está recogida en el Artículo 193 de la Ley General de la Seguridad Social, y existen diferentes tipos, que vemos a continuación.
Tipos de incapacidad permanente
La legislación distingue distintos grados de incapacidad permanente según el nivel de afectación y la repercusión sobre la actividad laboral. Estos grados sirven para determinar tanto el reconocimiento legal como la cuantía de las prestaciones que corresponden:
- Incapacidad permanente parcial: supone una disminución significativa del rendimiento para el desarrollo de la profesión habitual, aunque la persona puede seguir trabajando.
- Incapacidad permanente total: impide realizar el trabajo habitual, pero permite desempeñar otras actividades.
- Incapacidad permanente absoluta: imposibilita al afectado realizar cualquier tipo de trabajo.
- Gran invalidez: implica que la persona necesita la asistencia de otra para realizar las actividades básicas de la vida diaria.
Cada uno de estos grados conlleva un derecho a prestaciones económicas distintas, calculadas en función de la base reguladora y el grado de incapacidad reconocido.
Incapacidad permanente por accidente de tráfico
Los accidentes de tráfico (incluidos los accidentes in itinere) son una de las principales causas de incapacidad permanente. En muchos casos, las lesiones sufridas generan secuelas que impiden a la persona recuperar completamente su capacidad laboral. Esto puede derivar en un proceso de valoración médica y legal para determinar el grado de incapacidad y las prestaciones a las que tiene derecho.
Es importante saber que la incapacidad permanente no solo afecta a la situación laboral del afectado, sino también a sus derechos como víctima. La persona podría tener derecho a una indemnización complementaria, además de las prestaciones de la Seguridad Social, cuando el accidente fue causado por la negligencia o responsabilidad de otro conductor.
En estos casos, contar con un equipo especializado es esencial para reclamar lo que corresponde y garantizar que la víctima recibe tanto las prestaciones como las indemnizaciones adecuadas.
Cuándo se tiene derecho a una indemnización por incapacidad permanente
Tener reconocida una incapacidad permanente tras un accidente de tráfico no siempre implica automáticamente el derecho a una indemnización, pero sí lo hace cuando el accidente fue causado por la responsabilidad de un tercero.
En estos casos, la víctima tiene derecho a reclamar una compensación económica a la compañía aseguradora del conductor responsable, que será independiente y complementaria a la pensión que pueda recibir por parte de la Seguridad Social.
La indemnización por incapacidad permanente cubre aspectos como la pérdida de ingresos futuros, los gastos médicos y de rehabilitación, la necesidad de adaptar la vivienda o el vehículo, así como el impacto físico y psicológico de las secuelas.
Cuánto se cobra de indemnización según el tipo de incapacidad permanente
La cuantía de la indemnización por incapacidad permanente en España depende de varios factores: el grado de incapacidad reconocido, la base reguladora del trabajador (es decir, el promedio de sus cotizaciones), su edad, la causa del accidente (si hubo un tercero responsable) y, en algunos casos, de la vía judicial o extrajudicial por la que se reclame la compensación.
Incapacidad permanente parcial
- Se cobra una indemnización única equivalente a 24 mensualidades de la base reguladora.
- No genera pensión mensual.
- Ejemplo orientativo: con una base reguladora de 1.500 €, la indemnización sería de 36.000 €.
Incapacidad permanente total
- Se recibe una pensión vitalicia del 55 % de la base reguladora.
- Puede aumentar hasta el 75 % si la persona tiene más de 55 años y dificultad para trabajar en otro empleo.
- Ejemplo orientativo: con una base reguladora de 1.500 €, la pensión mensual sería de 825 € (55 %) o 1.125 € (75 %).
- En caso de accidente de tráfico con responsabilidad de un tercero, la indemnización adicional puede oscilar entre 50.000 € y más de 200.000 €, según las circunstancias.
Incapacidad permanente absoluta
- Da derecho a una pensión vitalicia del 100 % de la base reguladora.
- Ejemplo orientativo: con una base reguladora de 1.800 €, la pensión mensual sería de 1.800 €.
- Las indemnizaciones por daños y perjuicios en accidentes de tráfico pueden superar los 200.000 € – 300.000 € en función de la gravedad del caso.
Gran invalidez
- La pensión corresponde al 100 % de la base reguladora, más un complemento adicional del 45 % – 50 % destinado a cubrir la asistencia.
- Ejemplo orientativo: con una base reguladora de 2.000 €, la pensión mensual sería de 2.900 € – 3.000 € aproximadamente.
- Las indemnizaciones en casos de gran invalidez tras un accidente de tráfico pueden superar los 300.000 € – 500.000 €, incluyendo adaptación de vivienda, cuidados y pérdida de calidad de vida.
Además de estas prestaciones, la víctima puede reclamar indemnizaciones adicionales por daños y perjuicios derivados del accidente, las cuales se calculan en función de la edad, el salario, la gravedad de las secuelas y el impacto que estas tienen en su vida personal y profesional.
¿Cómo se solicita la condición de incapacidad permanente?
La solicitud de incapacidad permanente es un procedimiento administrativo regulado por la Seguridad Social. Puede iniciarse tanto por el propio trabajador afectado como de oficio por la administración, y es fundamental seguir cada paso para que la valoración médica y el reconocimiento se realicen sin problemas.
1. Reunir la documentación necesaria
Antes de presentar la solicitud, debes recopilar toda la documentación que acredite tu situación. La Seguridad Social puede solicitarte:
- Documento de identidad (DNI o NIE).
- Historial clínico completo con informes médicos actualizados.
- Partes médicos de alta o baja, si los hay.
- Certificados de empresa o vida laboral (para acreditar cotizaciones).
- Parte del accidente de tráfico y documentación relacionada, si procede.
- Informes periciales, si existen.
Es fundamental que los informes médicos sean detallados y estén actualizados, ya que servirán de base para valorar el grado de incapacidad.
2. Rellenar y presentar el modelo oficial
La solicitud se realiza mediante el modelo oficial de la Seguridad Social: el modelo de solicitud de incapacidad permanente (modelo IP).
Puedes conseguirlo en:
- Cualquier centro de atención e información del Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS).
- La sede electrónica de la Seguridad Social (sede.seg-social.gob.es).
Una vez cumplimentado, debes presentarlo junto con la documentación en:
- Cualquier oficina del INSS.
- A través de la sede electrónica con certificado digital, DNI electrónico o Cl@ve.
3. Valoración médica por el EVI
Tras presentar la solicitud, el Equipo de Valoración de Incapacidades (EVI) realizará un examen exhaustivo de tu situación médica. Este proceso incluye:
- Revisión detallada de los informes médicos aportados.
- Posible reconocimiento médico presencial.
- Valoración de las secuelas y su impacto en tu capacidad laboral.
Con toda la información, el EVI emite un informe-propuesta, que será clave en la resolución final.
4. Resolución del INSS
El INSS, basándose en el informe del EVI y la documentación presentada, emitirá una resolución en la que:
- Reconocerá o denegará la incapacidad permanente.
- Determinará el grado de incapacidad (parcial, total, absoluta o gran invalidez).
- Indicará el importe y la naturaleza de la prestación (pensión vitalicia o indemnización única).
El plazo máximo para resolver suele ser de 135 días hábiles desde la presentación de la solicitud. Si pasado ese plazo no se ha recibido respuesta, se entiende como silencio administrativo negativo, lo que significa que la solicitud ha sido denegada.
5. Reclamación previa y vía judicial (si se deniega)
Si el INSS no reconoce la incapacidad o el grado otorgado no se corresponde con las secuelas, se puede presentar una reclamación previa en un plazo de 30 días hábiles desde la notificación.
Si la reclamación también es rechazada, el siguiente paso es acudir a la vía judicial mediante una demanda ante el Juzgado de lo Social.
La importancia de contar con respaldo psicológico y legal
La incapacidad permanente es una realidad que afecta a muchas personas tras un accidente de tráfico y tiene un impacto profundo en su vida laboral, personal y económica. Como hemos visto, conocer qué es, cómo se clasifica y cuáles son las indemnizaciones asociadas es fundamental para garantizar una correcta protección.
Por desgracia, las víctimas o sus familiares raras veces disponen de toda la información para hacer valer sus derechos, ya sea ante la Administración o ante las compañías de seguro, las cuales, en caso de accidente de tráfico, son las menos interesadas en pagar lo que corresponda a la persona que ha quedado incapacitada.
Por ello, en AELD, asociación de víctimas de accidentes de tráfico reconocida por la Dirección General de Tráfico, trabajamos para proteger los derechos de las personas que han sufrido un accidente y se encuentran desamparadas legalmente. Nuestro objetivo, así, es que las víctimas reciban la máxima indemnización posible y las prestaciones que les corresponden por ley.
Para ello, contamos con abogados especializados en derecho de tráfico y peritos médicos expertos que se encargan de todo el proceso legal y administrativo. Además, todo este servicio se presta sin coste alguno para la víctima, ya que lo asume el seguro del conductor responsable del accidente.
Si has sufrido un accidente de tráfico y te han reconocido una incapacidad permanente, no estás solo: nuestro equipo te ayudará a reclamar lo que te pertenece para que puedas continuar con tu vida en las mejores condiciones posibles.