
Qué es la responsabilidad civil y por qué es clave en los accidentes de tráfico
La responsabilidad civil es uno de los pilares fundamentales del derecho y un concepto esencial cuando se habla de accidentes de tráfico. Hace referencia a la obligación que tiene una persona de reparar el daño que ha causado a otra, ya sea mediante una compensación económica o con la restitución del bien dañado.
Definición de responsabilidad civil
La responsabilidad civil es la obligación legal que recae sobre una persona de reparar el daño que ha causado a otra, bien por acción u omisión, cuando dicho perjuicio se produce de forma voluntaria o por negligencia.
Por tanto, su objetivo principal es restablecer el equilibrio alterado por el daño, normalmente mediante una compensación económica.
Tipos de responsabilidad civil
En España, el Código Civil distingue dos grandes tipos de responsabilidad civil, según el origen de la relación entre las partes:
- Responsabilidad civil contractual: surge cuando existe un contrato entre dos partes y una de ellas incumple lo pactado, causando un perjuicio a la otra.
- Responsabilidad civil extracontractual: se produce cuando una persona causa un daño a otra sin que exista un contrato entre ellas
La responsabilidad civil extracontractual es la que regula la obligación de indemnizar en los accidentes de tráfico.
Se basa en el principio general del artículo 1902 del Código Civil, que establece: “El que por acción u omisión causa daño a otro, interviniendo culpa o negligencia, está obligado a reparar el daño causado”.
Esto significa que, si se puede demostrar que una persona ha actuado con negligencia al conducir (por ejemplo, no respetando un semáforo, usando el móvil al volante o conduciendo a velocidad excesiva) y ese comportamiento ha provocado un accidente, esa persona, o su aseguradora, está obligada a compensar a la víctima.
Responsabilidad civil en los accidentes de tráfico
En los accidentes de tráfico, la responsabilidad civil recae sobre el conductor que, con su conducta imprudente o negligente, ha causado el siniestro y sus consecuencias. Por tanto, el responsable debe compensar a las víctimas por todos los daños y perjuicios derivados del accidente.
La ley obliga a que todos los vehículos a motor cuenten con un seguro de responsabilidad civil obligatorio, precisamente para garantizar que las víctimas no se queden desprotegidas y puedan recibir la indemnización que les corresponde. Este seguro cubre los daños personales (lesiones, fallecimientos, incapacidades) y materiales (vehículos, objetos personales) causados a terceros en caso de accidente.
La responsabilidad civil en estos casos puede ser:
- Objetiva: incluso si el conductor no ha actuado con culpa directa, puede ser considerado responsable si el daño se produce durante el uso del vehículo.
- Por culpa o negligencia: cuando se demuestra que el siniestro ha sido consecuencia directa de una infracción, descuido o imprudencia del conductor.
En los supuestos más graves (por ejemplo, si el conductor iba bajo los efectos del alcohol o las drogas), la responsabilidad civil puede coexistir con la responsabilidad penal, lo que significa que además de pagar las indemnizaciones, el responsable podría enfrentarse a sanciones judiciales, multas o incluso penas de prisión.
Qué cubre la responsabilidad civil en un accidente de tráfico
La responsabilidad civil derivada de un accidente de tráfico puede abarcar una amplia variedad de daños. La compensación económica no se limita únicamente a los gastos médicos, sino que puede incluir además todos los perjuicios sufridos por la víctima. Entre los conceptos más comunes que cubre se encuentran:
- Gastos médicos y hospitalarios: costes de tratamientos, cirugías, medicamentos y rehabilitación.
- Indemnización por lesiones temporales: compensación durante el periodo de baja laboral o recuperación.
- Secuelas permanentes: compensación por daños irreversibles o pérdida de capacidad funcional.
- Incapacidad parcial, total o absoluta: prestaciones económicas cuando las lesiones impiden desempeñar la profesión habitual o cualquier tipo de trabajo.
- Adaptación de vivienda o vehículo: costes derivados de las nuevas necesidades tras el accidente.
- Daños materiales: reparación o sustitución de vehículos u objetos personales dañados.
- Daños morales: compensación por el impacto psicológico del accidente, tanto para la víctima como para sus familiares.
- Compensación por fallecimiento: indemnización a familiares y personas dependientes económicamente de la víctima.
La cuantía de la indemnización dependerá de varios factores: la edad de la víctima, la gravedad de las lesiones o secuelas, el grado de incapacidad reconocido, el tiempo de recuperación y el impacto del accidente en su vida personal y profesional.
Cómo se determina la responsabilidad civil en un accidente
Para que exista responsabilidad civil en un accidente de tráfico, deben cumplirse tres condiciones fundamentales:
- Existencia de un daño: debe haberse producido un perjuicio real, ya sea físico, material o económico.
- Culpa o negligencia del causante: debe demostrarse que el daño se produjo por una acción u omisión imprudente del responsable.
- Relación de causalidad: debe existir un vínculo directo entre la conducta del causante y el daño sufrido por la víctima.
Una vez probados estos elementos, el responsable, a través de su aseguradora, estará obligado a indemnizar a la víctima. En caso de desacuerdo con la valoración de daños o con la oferta de la compañía aseguradora, la víctima puede recurrir por vía judicial para reclamar la indemnización que le corresponde.
El papel de AELD en la defensa de las víctimas
En muchas ocasiones, las aseguradoras intentan reducir al mínimo las indemnizaciones o negar parte de su responsabilidad, lo que puede dejar a las víctimas en una situación de indefensión. En estos casos, contar con apoyo especializado es fundamental.
En AELD, asociación de víctimas de accidentes de tráfico reconocida por la Dirección General de Tráfico, trabajamos exclusivamente para proteger los derechos de las personas afectadas por un siniestro vial. Nuestro equipo de abogados expertos en responsabilidad civil y peritos médicos especializados se encarga de todo el proceso: desde la recopilación de pruebas hasta la reclamación extrajudicial y, si es necesario, judicial.
Nuestro objetivo es lograr que la víctima reciba la máxima indemnización posible por los daños sufridos, y lo hacemos sin ningún coste para ella, ya que los gastos son asumidos por el seguro del conductor responsable del accidente.